El diputado provincial, Egidio García denunció que durante la mediación que protagonizó la semana pasada en Villa Río Bermejito para persuadir a los manifestantes que levanten los cortes de ruta, el intendente del pueblo pidió que lo agredan.
La denuncia está incluida en un comunicado que García remitió a esta redacción. Bajo el título “Los últimos nazis del Chaco”, el legislador da un acabado y lúgubre panorama de la situación socio sanitaria que aún sufren las comunidades aborígenes de El Impenetrable chaqueño, además de comentar la inquietante amenaza que sufrió a través del éter.
“Días atrás durante el levantamiento en Villa Río Bermejito, cuando la problemática suscitada sale a la luz se quiso cambiar el ángulo de lo ocurrido, tapando las circunstancias y generando mayor conflicto. En este trámite sobresalió el intendente Heffner, públicamente por radio, llamo a los habitantes de ese pueblo ‘que quemen vivo a Egidio García’, entre otras sandeces. El motivo, simplemente escuche los reclamos de la gente e intente concebir una solución consensuada con los presentes, genere la discusión política en el ámbito que debía ser, y se produjo la atención correspondiente del tema por parte del Ejecutivo”, explica García.
“Nadie puede negar las malas condiciones de salud y educación que viven las comunidades indígenas, y la criollada pobre en algunos departamentos de la provincia. Nadie puede negar la indigencia y los años de maltratos que recibe esa gente, que desde el nacimiento ya parte con desventaja, por la mala alimentación, la falta de atención medica y de servicios públicos”, comenta el diputado.
“La característica que define al común de estas poblaciones es su actitud pacífica y su reclamo silencioso, que en ciertos tiempos se desborda por el ensañamiento persistente de acciones que parten de la mala política, que intenta una y otra vez someterlos y encima con sufrimiento. Esas malas políticas necesitan de ejecutores, sin límites pero con una gran capacidad de reciclado, que cautivan a los más desprevenidos y logran el apoyo incondicional de círculos de poder que creen manejarlos, los defienden y se sienten orgullosos de contarlos entre sus filas”, señala.
“En los países llamados del primer mundo, a aquellos que intentaron exterminar a otros seres humanos, los condenaron moral y penalmente, sufren la condena social y material, es el caso de los nazis. En cambio en algunos de nuestros pueblos vemos a personajes con acciones del tipo de exterminio al frente de municipios”, asegura.
“Si yo tuviera intereses partidistas e hiciera especulaciones del tipo electivo, me tendría que callar la boca. Pero yo nací y viví en esa extrema pobreza, y mi intención es cambiarla y luchar por desterrar definitivamente a aquellos que la provocan. Para cambiar esta triste situación, primero tenemos que conocerla, no la podemos tapar, y a partir a ahí generar un fuerte compromiso que acalle los egoísmos, el “no es mi problema” y la indiferencia. La sociedad que conformamos debe entender que cada niño que se muere, es hijo de todos, que cada analfabeto es hijo de todos, y que la salvación no es suerte divina para unos pocos”, destaca.
“Debemos estar atentos, que no nos agarren desprevenidos, para seguir dando de comer a líderes sin capacidad y sin escrúpulos, por un buen gobierno y no un mal gobierno”, finaliza.
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