viernes, 11 de febrero de 2011

Inexplicable demora de la Justicia Federal

El juez Valiente tiene a disposición la posibilidad de pedir quiénes son los titulares de las líneas con las que se contactaba el principal sospechoso detenido. Sin embargo, esto todavía no se produjo. Ni siquiera se pidió informes para conocer con quién intercambiaba mensajes de texto, ni el contenido de los mismos, a pesar de que las líneas estuvieron intervenidas y ese elemento fue clave para el secuestro de la droga.

A más de un mes de haberse producido el secuestro de droga en la camioneta oficial, la Justicia no ha determinado aún con quien intercambiaba mensajes de texto y las comunicaciones el principal sospechoso detenido. Sin embargo, se pudo saber que no se trataría de una demora, sino directamente de una omisión.

El juez Federal Eduardo Valiente directamente no habría pedido información para conocer el dato clave que podría terminar revelando las vinculaciones que tiene el principal sospechoso y en principio quién era el responsable final del contrabando de drogas.

Un principio elemental, que parece haberse desestimado –hasta ahora- por la instrucción que lleva adelante el magistrado formoseño, señala que los responsables del hecho no se agotan entre los pasajeros de la camioneta. Algunos, porque no tienen relación con el hecho, y otro, porque evidentemente respondía a alguien y no estaba actuando por su cuenta.

La investigación a cargo del juez federal subrogante del caso del transporte de droga en el que se utilizaba una camioneta de la Provincia del Chaco y cuyo tránsito fue interrumpido por la Dirección de Tránsito, ajena a la investigación de Drogas Peligrosas, cuando se disponía a ser entregada y determinar el destinatario, a disposición de funcionarios claramente definidos, ha mostrado graves deficiencias y una clara omisión investigativa.

Conforme las actuaciones que sirvieron de base al procedimiento realizado, las escuchas telefónicas, iniciadas desde mediados del mes de noviembre del 2010 hasta fines de diciembre, no se explica que a más de un mes del 28 de diciembre aún no se sepa quiénes son los titulares de las llamadas entrantes y los titulares de las llamadas realizadas a otras líneas por los teléfonos intervenidos, como así el contenido de los mensajes de texto.
Según pudo saber el diario Primera Línea, no se sabe no por el hermetismo judicial, sino porque jamás se pidieron.

Aparece como altamente sugestivo que un hecho que toca a funcionarios que declaman no estar vinculados, éstos no estén interesados en que se investigue con medidas concretas que están al alcance de la mano, de fácil producción, que con sólo leer quiénes son los titulares de las líneas telefónicas, para adjudicarles los diálogos y los mensajes de texto, se podría saber quiénes son los responsables del transporte y comercio de la droga secuestrada.

Lo que sí se sabe, por las escuchas realizadas, es que el diputado Egidio García, su hijo y el chofer no tienen relación con el único detenido, lo que genera el interrogante respecto de ¿por qué estuvieron detenidos tantos días si de antemano se sabía que no eran responsables? También se conoció que el único testimonio producido en el expediente por el Juzgado, el de Arturo Blanco, asesor de Mongeló, -que disponía de la camioneta- fue tendiente a probar que éstas personas no tienen responsabilidad, aunque eso para nada deja en claro quiénes son los que tienen responsabilidades.

Pero si la diligencia obvia que es pedir el informe de quiénes son los titulares de las líneas que se comunicaban con el principal sospechoso detenido se omite, alumbra con meridiana claridad cuál es el fin de la inactividad.

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