lunes, 28 de febrero de 2011

La Primavera





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Reunión del Parlamento Indígena, hoy en la ciudad de Formosa

Hostigamiento al hijo de Felix Dïaz

FUENTE: OPINION CIUDADANA DE FORMOSA

Continúa hostigamiento policial contra aborígenes de La Primavera y contra el hijo de Félix Díaz a quién el propio comisario Cagés le prohibió que pisara Laguna Blanca bajo amenaza de "la próxima vez te meto preso". El conocido comerciante de Laguna blanca "Baroncho" Cantón relató a Opinión Ciudadana que el hostigamiento se da por falta de documentos de los originarios, que le fueron quemados en los incendios de sus viviendas.

"Yo mismo tuve que ir un par de veces a retirar de la comisaría motos que yo vendí y que son secuestradas a los aborígenes por falta de DNI, de los cuales carecen porque la misma policía se las quemaron y el gobierno se resiste a rehacérselas, por temor que les voten en contra en las próximas elecciones", aseguró Baroncho Cantón.

Por su parte Alejandro Medina aseguró que "estos son los recelos que tienen lo originarios para hacerse atender en el Hospital, o hacer un trámite en Laguna Blanca, porque si logras evadir la policía que les molesta y secuestra las motos por falta de documentos, que se niegan a darles o reponerles, al llegar al centro de Salud o cualquier oficina, lo primero que les piden es el DNI que todo el mundo sabe que no tienen, encima los tratan como perros", afirmó.

Estando en la estación de servicio de Laguna Blanca, Eduardo Díaz, hijo del representante de la comunidad Qom, de La Primavera, de Formosa, Félix Díaz; fue a su encuentro el comisario de esa ciudad Ricardo Cagés a preguntarle por los papeles y su DNI. Eduardo respondió que no los tiene porque ellos se los quemaron. Entonces le preguntó por su casco, Eduardo le mostró que lo tenía, y le dijo que no estaban en un control policial, sino en la estación de servicio, que sabe las leyes y cómo tiene que andar.

El comisario le cuestionó por qué andaba recorriendo Laguna Blanca "la próxima vez que te vea por aquí, te voy a llevar preso con la moto y todo", dijo, y confirmó su identidad preguntándole de quien es hijo y a nombre de quien está la moto. A lo que Eduardo respondió con el nombre de su padre Félix Díaz y de su madre Amanda Asijak.

Esto se suma a lo dicho por Félix Díaz en conferencia de prensa, cuando se hicieron presentes representantes de organismos de DD.HH., respecto de Sindulfo Caballero que fue interpelado en su casa por Celía, usurpador de las tierras Qom. Y a las amenazas recibidas en ciudad de Formosa por Eduardo Meguesochi por parte del hermano del diputado del PJ Ricardo Mendoza.

CLORINDA NOTICIAS
El prestigioso medio Clorindense denunció que la vida de estas persona no están debidamente resguardadas. Siguen muriendo los niños por desnutrición y causas evitables, siguen sin acceso a sus tierras quienes saben cuidarla y respetarla y pueden transmitirnos esos valores para que mejore la vida de todos, siguen sin acceso l agua, a la salud integral, ni siquiera a los DNI.

Algunas personas de la Comunidad llegaron a Buenos Aires con mucho esfuerzo para tramitarlo, pero ningún Organismo aportó para hacer eso posible, ni lo está haciendo para que eso sea posible para los demás que están en esa situación. Pero a todos se los persigue por su falta de documentos.

La Presidenta reconoció cuando anunció la asignación universal por hijo, que hay un millón medio de personas sin documentos en el país, nos consta que es por antojo del estado que estén en esa situación, las personas los reclaman, y quienes se deben ocupar se los niegan en sus lugares.

Desde la sociedad civil, nos organizaremos para que cada persona que está en esa situación llegue a donde eso se pueda realizar, y no por un papeleo, sino para que eso consista en que ninguna persona más muera en esta tierra rica, pero no para vivir como analfabetos consumistas sin pasado y a la merced de costumbres destructivas, sino para que tengamos nuestra historia reconocida e integrada, con los representantes de la sabiduría ancestral respetados, para poder aprender las lenguas, el saber, la historia, que son patrimonio universal de todo y todos, de la vida en la tierra, con el derecho a ella reconocido hacia quienes se las arrancaron, que un plan de exterminio en 500 años no ha podido borrar, y que si lo hacen nos borrará a todos de la faz de la tierra, visceralmente no podemos permitirlo.

martes, 15 de febrero de 2011

El Centro Mandela denuncia que persiste la mala cobertura sanitaria en el oeste


El Centro de Estudios Nelson Mandela denunció que persisten los serios problemas en la cobertura sanitaria de los habitantes de El Impenetrable, en particular de las comunidades aborígenes de esa región por el relevamiento efectuado por estudiantes de medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que trabajaron durante una semana en aquella zona.

El grupo estuvo integrado por treinta voluntarios, de los cuales veinticinco fueron estudiantes del último año de la carrera de medicina, con el apoyo de cinco profesionales en psicología, trabajo social y audiovisual. Desarrollaron acciones de docencia y trabajo de prevención y promoción de la salud en la región sanitaria correspondiente a la localidad de Comandancia Frías y sus alrededores.
El viaje se extendió desde el 28 de noviembre al 4 de diciembre del año pasado, y surgió en el curso de salud pública sociocultural de la Facultad de Medicina de la UBA. El emprendimiento contó con los apoyos de Unicef, de la Fundación Valdocco y de la Dirección de Salud Indígena del Ministerio de Salud de la Nación.

Crudos balances

El Centro Mandela dice que el grupo “realizó un pormenorizado y crudo informe sobre el mal funcionamiento de la red sanitaria de El Impenetrable”. Identificaron “varias falencias estructurales en el funcionamiento, en la capacidad y en la articulación del sistema sanitario, en particular en Comandancia Frías y sus alrededores, que fue el área específica de monitoreo”.
Una de las observaciones fue que los agentes sanitarios wichí, recientemente formados por el Ministerio de Salud Pública, según los voluntarios, “carecen de una preparación adecuada para realizar labores de promoción y prevención de la salud, como también para brindar primeras atenciones sanitarias, con desempeño en un contexto en el que existen escasos medios de transportes para la derivación de los enfermos a centros de salud de mayor complejidad”.
También indicaron que los parajes rurales de los alrededores de Comandancia Frías “no reciben visitas de los equipos de salud desde hace meses. La población no tiene acceso al puesto sanitario de esa localidad”, y citó como ejemplo el paraje La Nación, “que no ha recibido visita médica en un año”.
Además, señalaron que los agentes sanitarios indígenas y enfermeras “no cuentan con movilidad; tampoco con referencia profesional para derivar o para efectuar consultas sobre procedimientos clínicos o administrativos. El esquema resta resolutividad al sistema. La falta de radiocomunicación en los puestos sanitarios constituye un punto crítico”, menciona el Centro Mandela, en un documento firmado por el coordinador Rolando Núñez.

Un solo médico

“La presencia de un solo médico en el puesto sanitario de Comandancia Frías, a cargo de la atención ambulatoria y de hospitalización para toda la población, impide que se realicen rondas sanitarias en los seis parajes que cuentan con puestos sanitarios sin médicos. Esto corroboró que no se hicieron rondas médicas en los parajes en más de seis meses. El panorama se agrava en las oportunidades en que el único médico viaja a Resistencia por más de dos días y la localidad y parajes quedan sin atención sanitaria porque no se programa ni se dispone ningún reemplazo, aún teniéndose en cuenta que el centro de salud con médico más cercano se encuentra en Fuerte Esperanza, distante a 76 kilómetros de Comandancia Frías”, añade el informe.
La ONG dice que los universitarios también detectaron que existen problemas de coordinación y de comunicación que afectan las acciones sanitarias en el territorio; y que llamó la atención de los voluntarios la ausencia de atención odontológica en la zona, así como la falta de educación y entrega de métodos anticonceptivos y preservativos a la población en el puesto sanitario y en el centro de salud, cuestión que fue ratificada por los agentes sanitarios. Respecto del transporte, se comprobó la falta de combustible para la ambulancia.

Sin medicamentos

Otra carencia llamativa fue la de medicamentos que son garantizados por el Estado mediante el Programa Remediar, como también para cumplir con los programas de vacunación (PAI) y de control de vectores para prevención de enfermedades como el Mal de Chagas y el dengue.
El informe también citó casos particulares registrados, como un hombre wichí, padre de familia en Comandancia Frías, quien relató a los voluntarios que no concurre al puesto sanitario del pueblo “debido a los malos tratos que reciben o por la indiferencia de parte del personal. Indicó que se atiende primero a los blancos, luego a los criollos y finalmente a los wichís, y que el médico regularmente no se encuentra en el puesto”.
En visita domiciliaria al barrio wichí Media Luna, de Comandancia Frías, los voluntarios entrevistaron a Noelia, de 16 años, quien fue internada en el hospital de Castelli con diagnóstico de tuberculosis. Recibió 18 días de tratamiento, para luego ser dada de alta sin seguimiento alguno por parte de equipo de salud, del agente sanitario o derivación para consulta de seguimiento en el puesto sanitario. Los voluntarios recordaron que el tratamiento ambulatorio de tuberculosis es de al menos seis meses, de lo que debe entenderse que la paciente continuaría con tuberculosis abierta por tratamiento incompleto.
“En sus visitas a las viviendas de los habitantes de Comandancia Frías y hablando con ellos, los voluntarios notaron la altísima prevalencia de patologías crónicas como la hipertensión arterial y de problemas biliares, como también la ausencia de diagnóstico, tratamiento y seguimiento. Se detectaron, además, mucha incidencia de diarreas infantiles relacionada al agua que consumen (agua de charco) y el entorno desfavorable”, añade el informe.

domingo, 13 de febrero de 2011

CRUDO INFORME


Recorrida de voluntarios por la zona
Impenetrable: crudo informe sobre las falencias en la red sanitaria
El Centro Mandela dio a conocer detalles de las entrevistas realizadas por un grupo de voluntarios –entre ellos, estudiantes de medicina de la UBA- en El Impenetrable. Falta de movilidad, comunicaciones y malos tratos en los puestos sanitarios.

El Centro Mandela dio a conocer los pormenores del trabajo que realizaron un grupo de voluntarios en la zona de El Impenetrable. Para reflejar la visita, los mismos realizaron un informe donde marcaron las serias falencias que aún continúan en el noroeste provincial, principalmente en el área sanitaria.

El comunicado señala, textualmente, que un grupo integrado por treinta voluntarios, de los cuales veinticinco fueron estudiantes del último año de la carrera de medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con el apoyo de cinco profesionales en psicología, trabajo social y audiovisual, desarrollaron labores de docencia y trabajo de prevención y promoción de la salud en la región sanitaria correspondiente a la localidad de Comandancia Frías y de sus alrededores, en El Impenetrable Chaqueño.

El viaje se extendió desde el 28 de noviembre al 4 de diciembre del año pasado, y surgió en el curso de salud pública sociocultural de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). El emprendimiento contó con los apoyos de Unicef, de la Fundación Valdocco y de la Dirección de Salud Indígena del Ministerio de Salud de la Nación.

El grupo de voluntarios realizó un pormenorizado y crudo informe sobre el mal funcionamiento de la red sanitaria de El Impenetrable, que fuera entregado a las autoridades sanitarias como aporte para que se encaren futuras correcciones en el sistema. Los voluntarios, a través del trabajo realizado en terreno con las comunidades indígenas y criollas, han identificado varias falencias estructurales en el funcionamiento, en la capacidad y en la articulación del sistema sanitario, en particular en Comandancia Frías y sus alrededores que fue el área específica de monitoreo.

FALLAS
Los agentes sanitarios wichí, recientemente formados por el Ministerio de Salud Pública, según los voluntarios carecen de una preparación adecuada para realizar labores de promoción y prevención de la salud, como así también para brindar primeras atenciones sanitarias, desempeñándose en un contexto en donde existen escasos medios de transportes para la derivación de los enfermos a centros de salud de mayor complejidad.

A ello se suma la inexistencia de herramientas básicas de trabajo que son necesarias para desempeñarse en el área de gestión y, en particular, en la atención primaria de la salud (APS). La baja capacitación obedece, entre otros factores, a la brevedad del proceso de formación que se brindó y en la ausencia de acompañamiento y de educación en terreno a los agentes sanitarios. Destacaron que resulta clara la brecha de conocimientos entre los estudiantes terciario de enfermería y los agentes sanitarios wichí. Los primeros cuentan con acompañamiento, capacitación idónea e infraestructura para el proceso de formación, mientras que los agentes sanitarios carecen de estos factores.

Los parajes rurales de los alrededores de Comandancia Frías no reciben visitas de los equipos de salud desde hace meses. La población no tiene acceso al puesto sanitario de dicha localidad. Tal es el caso del Paraje La Nación, distante a 35 kms. del referido puesto sanitario, que no ha recibido visita médica en un año. En dicho paraje se organizaron atenciones de salud, que fueron brindadas en la precaria infraestructura del Puesto Sanitario B, generándose una alta concurrencia a lo largo de las tres jornadas de trabajo, que incluyó visitas domiciliarias con la enfermera a cargo, así como charlas de promoción de la salud bucal en la escuela del paraje, quedando en evidencia la nula educación de los niños en salud bucal.

Los agentes sanitarios indígenas y enfermeras no cuentan con movilidad; tampoco con referencia profesional para derivar o para efectuar consultas sobre procedimientos clínicos o administrativos. El esquema resta resolutividad al sistema. La falta de radiocomunicación en los puestos sanitarios constituye un punto crítico.

La presencia de un solo médico en el Puesto Sanitario de Comandancia Frías, a cargo de la atención ambulatoria y de hospitalización para toda la población, impide que se realicen rondas sanitarias en los seis parajes que cuentan con puestos sanitarios sin médicos. Esto se corroboró que no se hicieron rondas médicas en los parajes en más de seis meses. El panorama se agrava en las oportunidades en que el único médico viaja a Resistencia por más de dos días y la localidad y parajes quedan sin atención sanitaria porque no se programa ni se dispone ningún reemplazo, aún teniéndose en cuenta que el centro de salud con médico más cercano se encuentra en Fuerte Esperanza, distante a 76 km de Comandancia Frías.

Detectaron que existen problemas de coordinación y de comunicación que afectan las acciones sanitarias en el territorio. Se mostró un alto compromiso de trabajo individual del encargado de salud indígena del Ministerio de Salud de la provincia; no obstante ello, no se correspondió con el desempeño de los equipos de salud de la zona, ni con la coordinación de la región sanitaria. Es gravitante la falta de coordinación, de referencia y de contrarreferencia entre el Puesto Sanitario A de Comandancia Frías y el Centro de Salud de la Fundación Valdocco (CIC), teniéndose en cuenta que existe un solo médico trabajando en la zona.

Llamó la atención de los voluntarios la ausencia de atención odontológica en la zona. En el puesto sanitario de Frías existe un sillón dental en desuso, mientras que el Centro de Salud de Valdocco cuenta con un médico, un odontólogo y una infraestructura subutilizada. También sorprendió la ausencia de educación y entrega de métodos anticonceptivos y preservativos a la población en el puesto sanitario y en el centro de salud, cuestión que fue ratificada por los agentes sanitarios. Respecto del transporte, se comprobó la falta de combustible para la ambulancia.

Durante la segunda visita al Paraje La Nación, la Dirección de Salud Indígena pidió que se realizara un relevamiento de desnutrición infantil, que no se pudo llevar adelante debido a la falta de herramientas necesarias, como tablas de percentilos y cintas métricas. Además de la falta de equipamiento básico para los puestos sanitarios A y B, llamó la atención de los voluntarios que faltaban medicamentos que son garantizados por el Estado mediante el Programa Remediar, como así también para cumplir con los programas de vacunación (PAI) y de control de vectores para prevención de enfermedades como el Mal de Chagas y el Dengue, programas que son ignorados por los agentes sanitarios wichí.

ENFERMEDADES
REPETIDAS
Durante la visita al Paraje La Nación, los voluntarios detectaron dos pacientes adultos con patología respiratoria, que no pudieron ser derivados al Puesto Sanitario por falta de médico. No se pudo realizar tratamiento inmediato por falta de oxígeno. Uno de los pacientes requirió urgente diagnóstico para confirmar tuberculosis. Fue derivado al puesto sanitario, para ser atendido cuando una vez que regresara el único médico de Resistencia.

Los voluntarios encontraron a Raquelina, de 23 años, embarazada, con alta probabilidad de padecer una infección urinaria, sin control alguno de su embarazo de 5 meses, a la que no pudieron diagnosticar ni medicar debido a la falta de recursos que deberían existir en el Puesto Sanitario. En el Paraje la Nación se identificaron tres casos de mujeres de 15 a 30 años con infecciones urinarias, sin tratamiento por falta de antibióticos. Los voluntarios brindaron educación en higiene personal, que al decir de las pacientes no se realiza en el sector.

En la entrevista a una familia wichí, en Comandancia Frías, el padre de familia relató a los voluntarios que no concurre al Puesto Sanitario del pueblo debido a los malos tratos que allí se producen o por la indiferencia que recibe por parte del personal, agregando que se atiende primero a los blancos, luego a los criollos y finalmente a los wichí, y que el médico regularmente no se encuentra en el Puesto. También refirieron que varias veces intentaron consultar, pero debido a que no había nadie que medie entre el personal de salud y ellos, no lograron comunicarse correctamente. Volvían con un diagnostico equivocado.

Se corroboró que era escaso el transporte para las derivaciones y que no se utiliza referencia ni contrarreferencia con transporte sanitario público. Un ejemplo de ello es el encuentro con Roger, un anciano con probable enfermedad infecto contagiosa que los voluntarios debieron derivar al Puesto Sanitario, utilizando la camioneta en la que el viajaba el equipo.

En visita domiciliaria al barrio wichí Media Luna, de Comandancia Frías, los voluntarios entrevistaron a Noelia, de 16 años, quién fue internada en el Hospital de Castelli, con diagnóstico de tuberculosis. Recibió 18 días de tratamiento, para luego ser dada de alta, sin seguimiento alguno por parte de equipo de salud, del agente sanitario o derivación para consulta de seguimiento en el Puesto Sanitario. Los voluntarios recordaron que el tratamiento ambulatorio de tuberculosis es de al menos seis meses, de lo que debe entenderse que la paciente continuaría con tuberculosis abierta por tratamiento incompleto.

Visitando las viviendas de los habitantes de Comandancia Frías y hablando con ellos, los voluntarios notaron la altísima prevalencia de patologías crónicas como la hipertensión arterial y de problemas biliares, como también la ausencia de diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los mismos. Se detectaron, además, mucha incidencia de diarreas infantiles relacionada al agua que consumen (agua de charco) y el entorno desfavorable.

Al visitar casas de Comandancia Frías, y charlar con sus habitantes, los voluntarios pudieron observar que la información sobre la transmisión y el contagio de la enfermedad de Chagas es insuficiente. También escucharon relatos de que el control de infestación domiciliaria de las vinchucas no existe. A esto se sumaron los testimonios de agentes sanitarios de Sauzalito y Fortín Belgrano, quiénes señalaron que se les había enseñado que “el Chagas no tiene cura”.

viernes, 11 de febrero de 2011

Mas muertes de niños indigenas por desnutricion


Una nena de 2 años, murió hoy por un cuadro de desnutrición grave en el paraje Los Baldes de la localidad salteña de Morillo. Y otro menor edad falleció por la misma causa en Orán. Ayer, otro niño de un año y medio murió debido a cuadro de deshidratación. Otros seis habían perdido la vida por las mismas razones la semana pasada. Tras las muertes, el gobierno provincial, a cargo de Juan Manuel Urtubey, prometió revertir la crisis sanitaria.

En Orán otros niños fueron internados en el hospital San Vicente de Paul de esa ciudad, con síntomas similares derivados de carencias nutricionales. En todos los casos los niños provienen de familias aborígenes residentes en esta zona, afectada por la pobreza y el desempleo.

En los casos de los siete niños y niñas de la zona de Tartagal si bien no se consignó la desnutrición como causa de muerte, los decesos fueron asociados con el bajo peso o riesgo nutricional. Las misiones en las que vivían los chicos, que bordean la periferia de Tartagal, el agua potable y hay falencias de saneamiento ambiental. En la mayoría de los casos contrajeron enfermedades gastrointestinales que les produjeron diarrea y vómitos, cuadros que derivaron en las muertes.

Enrique Heredia, director de Medicina Social de la provincia, encabezó el grupo de especialistas que ayer se reunió con autoridades de Tartagal y recorrerá la zona "casa por casa" para conocer la problemática.

Los especialistas comenzaron a recabar información en visitas a las comunidades aborígenes afectadas, donde constataron las condiciones de pobreza extrema en las que viven varias familias, que no tienen agua potable.

Ayer, el gobierno instaló un centro de operaciones en el norte provincial para tratar de paliar la crisis alimentaria de la zona. Equipos de los ministerios de Salud y Desarrollo Humano, permanecerán en la zona, según se informó, para implementar un plan de emergencia que reduzca los índices de desnutrición y al mismo tiempo prevenir las causas que llevaron a que se produzcan muertes evitables.-

Hallan en una comunidad aborigen 26 chicos en riesgos de desnutricion

Unos 3.500 habitantes de las misiones Sachapera I y II y Lapacho II, en Tartagal, comenzaron desde ayer a ser asistidos casa por casa. Desde muy temprano, los primeros 26 agentes sanitarios de los cien que prometió el gobernador Juan Manuel Urtubey iniciaron una recorrida en busca de chicos que tengan diarrea, vómitos o cualquier otro síntoma de posible desnutrición. El lunes se va a completar la cantidad de agentes sanitarios y se van a incorporar diez médicos.

El Ministerio de Salud Pública de Salta montó el Plan de Inclusión para intentar contrarrestar el avance de la pobreza y la falta de atención médica en el norte de la provincia. Una situación que ya llevó a la muerte en los últimos quince días a siete nenes aborígenes menores de cinco años que presentaron signos de desnutrición aguda.

El patio de tierra y una galería con paredes de tablas y techo de chapa de la casa del cacique Antelmo, en Sachapera I, sirvió de base para dar inicio al operativo. Será así hasta tanto el lunes lleguen las diez carpas sanitarias, que serán distribuidas en varias misiones. Tartagal, 365 kilómetros al noreste de Salta capital, es una ciudad con 70 mil habitantes, de los cuales 20 mil son aborígenes de distintas etnias, donde predomina sobre todo la wichí.

“Queremos que vengan médicos de todo el país a Tartagal. Aquí hay cargos vacantes. Nos hace falta médicos que quieran venir a esta zona”, pidió Enrique Heredia, director de Medicina Social de la provincia. Los agentes sanitarios no tardaron en encontrar chicos en riesgo nutricional , que comenzaron a llegar a la casa del cacique Antelmo. Las madres, con su pobreza a cuestas y cargando a sus hijos –que el ministro de Salud, Gabriel Chagra Dib, mira por sobre los micrófonos de los periodistas–, comienzan a desvestirlos para que las enfermeras los pesen y los midan .

La agente sanitaria Alejandra Aranda completa en una libreta los datos del control del bebé wichi Jesús Rodríguez, de siete meses de vida.

“¿Su hijo tiene diarrea?” , le pregunta Alejandra a Rosa Rodríguez. “Sí. Ayer (por el miércoles) me he quedado hasta las doce de la noche en el hospital, desde la siete de la tarde que lo llevé por la diarrea.

Me le dieron suero todo el tiempo.

No me lo internaron y me despacharon a la casa”.

Sobre el mediodía ya se llevaban controlados a 130 nenes de los 156 menores de cinco años que la agente sanitaria Elizabeth Gallardo, responsable del operativo en Sachapera I, tiene registrados en su planilla. “Menos mal que ahora tengo la ayuda de mis compañeros (mira a su alrededor, las chaquetas celeste que la rodean). Para hacer este control, casa por casa, demoro tres meses”.

De los chicos controlados, 26 (el 20%) están con riesgo nutricional por diarrea y vómitos. “Con las manos sucias no se tiene que tocar el pecho y darle de mamar al bebé”, es la recomendación que se escucha a cada rato cuando una sanitarista habla con una madre wichí. Y advierten que “las manos de los chicos tienen que estar limpitas. Si se la meten sucias en la boca le van a entrar infecciones”.

Protegido del Sol por un frondoso árbol, Heredia ausculta con el estetoscopio los pulmones de Sofía Arias, una nena wichí de 2 años que sufre de parálisis cerebral. Luego, le pellizca la pancita y le explica a Eva Deolinda: “Tu hija está bien. Pero tenés que pellizcarle despacito. Mirá: juntá así la piel y si se queda casi dura inmediatamente la llevás al hospital , porque está deshidratada”.

Anoche, al cierre de esta edición, el primer parte oficial con los datos del primer día de trabajo de los agentes sanitarios aún no se había difundido. En el Hospital Juan Domingo Perón permanecían siete chicos internados (uno más que el miércoles) y tres en observación, que esperan en un pasillo junto con sus padres. “Quedan suspendidas todas las licencias”, se advierte al personal en la pizarra de novedades. Un indicador claro del difícil momento.

Inexplicable demora de la Justicia Federal

El juez Valiente tiene a disposición la posibilidad de pedir quiénes son los titulares de las líneas con las que se contactaba el principal sospechoso detenido. Sin embargo, esto todavía no se produjo. Ni siquiera se pidió informes para conocer con quién intercambiaba mensajes de texto, ni el contenido de los mismos, a pesar de que las líneas estuvieron intervenidas y ese elemento fue clave para el secuestro de la droga.

A más de un mes de haberse producido el secuestro de droga en la camioneta oficial, la Justicia no ha determinado aún con quien intercambiaba mensajes de texto y las comunicaciones el principal sospechoso detenido. Sin embargo, se pudo saber que no se trataría de una demora, sino directamente de una omisión.

El juez Federal Eduardo Valiente directamente no habría pedido información para conocer el dato clave que podría terminar revelando las vinculaciones que tiene el principal sospechoso y en principio quién era el responsable final del contrabando de drogas.

Un principio elemental, que parece haberse desestimado –hasta ahora- por la instrucción que lleva adelante el magistrado formoseño, señala que los responsables del hecho no se agotan entre los pasajeros de la camioneta. Algunos, porque no tienen relación con el hecho, y otro, porque evidentemente respondía a alguien y no estaba actuando por su cuenta.

La investigación a cargo del juez federal subrogante del caso del transporte de droga en el que se utilizaba una camioneta de la Provincia del Chaco y cuyo tránsito fue interrumpido por la Dirección de Tránsito, ajena a la investigación de Drogas Peligrosas, cuando se disponía a ser entregada y determinar el destinatario, a disposición de funcionarios claramente definidos, ha mostrado graves deficiencias y una clara omisión investigativa.

Conforme las actuaciones que sirvieron de base al procedimiento realizado, las escuchas telefónicas, iniciadas desde mediados del mes de noviembre del 2010 hasta fines de diciembre, no se explica que a más de un mes del 28 de diciembre aún no se sepa quiénes son los titulares de las llamadas entrantes y los titulares de las llamadas realizadas a otras líneas por los teléfonos intervenidos, como así el contenido de los mensajes de texto.
Según pudo saber el diario Primera Línea, no se sabe no por el hermetismo judicial, sino porque jamás se pidieron.

Aparece como altamente sugestivo que un hecho que toca a funcionarios que declaman no estar vinculados, éstos no estén interesados en que se investigue con medidas concretas que están al alcance de la mano, de fácil producción, que con sólo leer quiénes son los titulares de las líneas telefónicas, para adjudicarles los diálogos y los mensajes de texto, se podría saber quiénes son los responsables del transporte y comercio de la droga secuestrada.

Lo que sí se sabe, por las escuchas realizadas, es que el diputado Egidio García, su hijo y el chofer no tienen relación con el único detenido, lo que genera el interrogante respecto de ¿por qué estuvieron detenidos tantos días si de antemano se sabía que no eran responsables? También se conoció que el único testimonio producido en el expediente por el Juzgado, el de Arturo Blanco, asesor de Mongeló, -que disponía de la camioneta- fue tendiente a probar que éstas personas no tienen responsabilidad, aunque eso para nada deja en claro quiénes son los que tienen responsabilidades.

Pero si la diligencia obvia que es pedir el informe de quiénes son los titulares de las líneas que se comunicaban con el principal sospechoso detenido se omite, alumbra con meridiana claridad cuál es el fin de la inactividad.